El XXIV campeonato interacademias, que dio comienzo el pasado sábado con los primeros combates de esgrima, ha acabado hoy con las últimas pruebas de relevos. Más de 380 deportistas lo han dado todo representando a sus academias durante 4 días en 15 deportes que han requerido de todo su esfuerzo, dedicación y sacrificio. Los equipos y atletas han sufrido durante las duras jornadas los altibajos, desafíos y momentos de gloria del deporte. Cada punto, gol, tocado, zancada y tiro ha contribuido a decidir las victorias y derrotas que se han sucedido a lo largo de las competiciones, culminando en el podio final. En cuanto a número de medallas, la Academia General Militar ha quedado primera, en ocasiones, con actuaciones “beneméritas”; seguida por los anfitriones, la Academia General del Aire, en segundo lugar; después, la Escuela Naval Militar; y por último, la Academia Central de la Defensa.
Este interacademias no solo destacó por las proezas deportivas, sino también por un fenómeno curioso: la ACD parecía competir más en las gradas que en el terreno de juego. Su animada presencia y entusiasmo llegaron a eclipsar alguna vez incluso a la hinchada local. Mientras los espectadores vivían junto a los competidores la emoción de los partidos, carreras, asaltos y pruebas, se destacó el papel crucial del público en motivar a los atletas. La afición disfrutó tanto de las victorias como de las derrotas, gracias al espíritu deportivo, el respeto y la buena actitud de todos los involucrados.
También debemos tener en cuenta a todos los que han ocupado en organizar y hacer posible este campeonato. El excelente trabajo de la oficina técnica ha permitido que el interacademias se haya realizado sin mayor dificultad, posibilitando en todo momento que las competiciones se hayan llevado a cabo sin contratiempo y haciendo posible la concesión de premios y medallas. También ha jugado un papel muy importante la oficina de comunicación: administrando la página web, actualizando en directo los resultados, partidos y premios y redactando artículos y boletines para aquellos compañeros que no han podido asistir a alguna competición. Además, también debemos un agradecimiento a los árbitros, jueces y delegados que han participado en las competiciones, brindando su experiencia y dedicación para asegurar unos juegos justos en igualdad de condiciones. Como parte de las delegaciones, todos los profesores, incluidos los de servicio que en todo momento apoyaron a la AGA con un exhaustivo control de los alumnos de sus respectivas escuelas, entrenadores y demás personal de apoyo han sido indispensables para preparar a sus deportistas y auparlos al podio. Se rumorea que, en orientación, algunos entrenadores llevaron su compromiso al extremo mediante artimañas para asegurar que sus atletas alcanzaran la meta con precisión. Por último, cabe agradecer al personal de seguridad, transporte y sanidad que ha efectuado su trabajo para permitir una competición segura y conectada en todo momento entre sus sedes.
Nos lo hemos pasado muy bien durante esta edición del interacademias, pero este campeonato ha supuesto mucho más una simple competición de deporte, un paréntesis en la rutina del día a día en las academias o unas risas olvidadas en el viento. Mirando atrás uno se da cuenta de lo especiales que han sido estas jornadas: un momento para disfrutar y conocer a otras personas con una vida muy similar a la nuestra, pero a la vez muy diferente; participar en una competición sana, enorgulleciéndonos de las victorias sin hacer alarde y aceptando las derrotas, encontrando en ellas la semilla del crecimiento y la determinación para regresar más fuertes, aprender de los errores y perseverar la próxima prueba. Este espíritu deportivo se manifiesta en logros como el récord alcanzado en natación por parte de la AGA, y también en desafíos, como la derrota sufrida por los infantes de tierra en patrullas o la descalificación de la ACD en triatlón tras omitir parte del circuito. En última instancia el final del interacademias es un recordatorio de la extraordinaria capacidad del deporte para unir, inspirar y elevar tanto a participantes como afición. Cada vez que se termina un campeonato como este se escribe una nueva página en la historia del deporte militar, una página llega de emociones, hazañas y momentos inolvidables que perduraran en nuestras memorias mucho más allá del día de hoy.
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